Oración al Padre

Señor, humildemente te pido sabiduría para saber a dónde dirigirme. Para entender cuando cambiar el rumbo ante el giro del viento, así cómo para comprender cuando refugiarme; permanecer fuerte durante la tormenta, y luego retomar mi camino. 

 

También te pido fuerzas para este caminar, ya que las necesito. Te ofrezco mi Fe cómo combustible, y agradecería tu maná y agua de vida para no perecer en el camino hacia ti; la oración diaria me ayudará a renovar mi aceite, ese que va a mi motor.  Trabajaré para que mi objetivo no sólo sea llegar, sino también mantenerme fuerte y firme incluso cuando no tenga fuerzas, porque sé que voy contigo y más importante, hacia ti. Y de todo corazón apreciaría si me das la Perseverancia para seguir caminando. Con Sabiduría, Fuerzas y Persistencia no tendré excusas para abandonar este caminar.

 

Que el calor de este motor no se apague, ni que esté tibio. Más bien, que tu fuego mueva las piezas necesarias para que te busque y te siga un paso a la vez. Maestro, enséñame las sendas correctas, no quiero quedarme atrás.

Mi meta no es llegar a un lugar, es ir a todo lugar contigo, quiero seguirte. Y cuando ande solo, llevarte también conmigo. Mantenerte presente en mi forma de pensar, actuar y hablar es sólo el primer paso. Comprendo que para seguirte requiero mucho más, y estoy dispuesto a entender tus mandatos y seguirlos, haré mi mayor esfuerzo. Gracias por levantarme de mis caídas, por sanarme las heridas, y por cuidarme, durante las noches y los días. Y mientras la vida acá me lo permita seguiré caminando. Un paso; un día a la vez. Con los pies en la tierra, la mirada hacia adelante y mi Fe puesta en ti.

Dame las fuerzas y ayúdame a seguir avanzando hacia ti. Y cómo dice la palabra: 1 Corintios 9:24-25 (DHH)